El Madrid se plantó en Montilivi con una alineación distinta a la del pasado miércoles frente al Athletic. En el XI inicial volvió Mendy con la intención de aportar mayor solidez defensiva a costa de la profundidad que ofrece Fran García en el ataque blanco. Y parece ser que un mal partido del canterano Asencio, fue suficiente para mandarlo al banquillo. En su lugar, el técnico colocó a Tchouaméni, Mientras que, tras la baja de última hora de Rodrygo, Brahim Diaz entró en el XI. Sorpresivamente, Ceballos se quedó en el banquillo tras dos buenas actuaciones ante el Getafe y Athletic. ¿Y Bellingham? el mejor de los blancos.
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En los primeros cinco minutos, el Girona fue capaz de presionar y jugarle de tu a tu, al conjunto blanco, atacando con peligro al área de Lunin. Pero poco a poco, los de Michel fueron cediendo terreno y el balón, aunque el Madrid tampoco lograba imponer ventaja, ni con goles, ni con autoridad sobre el campo.

Los pocos intentos de ataque pasaban por los pies de Bellingham. En los primeros 20 minutos fue el «mejor» del Madrid. El único que parecía tener intención de mandar el juego hacia delante, pero daba la sensación de que el resto del equipo no estaban en la misma sintonía. Un Madrid con la pólvora mojada, cada uno a lo suyo.

Y el fútbol no entiende de justicia, el Girona merecía más en el partido, pero al Madrid le basta un momento de desconexión del rival para hacer daño. A 10 minutos del descanso Bellingham aprovechó un mal rechacé del ex madridista, Miguel Gutiérrez, firmando así el 0-1.

En el segundo tiempo, aunque el Madrid no salió volcado, el Girona sí dio un paso atrás. Y eso lo aprovechó el equipo blanco para generar peligro. Al 54’, Güler marcó tras un pase en profundidad de Bellingham. Pero el protagonista de la noche no pudo terminar el partido: al 61’, el inglés pidió el cambio por molestias en la ingle. Mala noticia.

Partido discreto. Se nota sin confianza al encarar rivales, pero dejando destellos del Mbappé que el madridismo ansía ver. Marcó un golazo al 74´ tras un pase al espacio de Modrić, que dejó sentado al central del Girona. Mbappé soltó un derechazo imposible para Gazzaniga. 

En conclusión, el Madrid sigue en la pelea por LaLiga, aprovechando el tropiezo del Barça en su visita al Betis
(2-2). Pero los de Ancelotti están muy lejos de su mejor versión. El partido del martes ante el Milan, en Champions, será una auténtica prueba de fuego.

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