Sin brillo, sin alma, sin margen de error: el Madrid al borde del KO en la Euroliga
En un partido para el olvido, el Real Madrid cae en el primer partido de Play-in contra el París Basketball (73 – 81) y se juega el todo por el todo frente al Bayern Múnich este viernes en la Euroliga.
Tavares, el más criticado
En un encuentro donde sería fundamental la figura de Edy Tavares, y que el pívot fue clave en las últimas dos victorias del Madrid frente al París Basketball, promediando un total de 11.5 rebotes, 5 de ellos en ataque. Sin embargo, el jugador caboverdiano se borró de manera prematura de la pizarra de Chus Mateo, por faltas, y el Madrid perdió intimidación, rebote y presencia en el interior. El técnico brasileño del París, Tiago Splitter, supo leer perfectamente esa debilidad y la aprovechó al máximo.
Pólvora mojada
Fue una noche donde nada funcionó: en defensa, los blancos fueron superados por la velocidad de Hayes, TJ Shorts y Hifi, además de su puntería desde el triple. En ataque, el juego colectivo no llegó a ser contundente. Llull, Hezonja y Musa estuvieron lejos de su nivel, y los triples —que son una especialidad de la casa— simplemente no quisieron entrar en la red, logrando solo 7 de 27.
Aun así, se intentó el milagro. El Movistar Arena se volcó en los últimos minutos y el equipo llegó a colocarse a un punto hasta en tres ocasiones. Pero la remontada nunca se consumó. Entre los fallos desde el tiro libre, decisiones precipitadas y la falta de claridad en los momentos clave, se escapó una oportunidad de oro para los de Chus Mateo.
Estadísticas completas
Facu Campazzo tirando del carro
El único que pareció tener las ideas claras fue Campazzo. El argentino tiró del carro blanco con su inigualable valentía y talento (aunque no fue suficiente) durante 31 minutos, en los que firmó 17 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias y 1 recuperación.
¿Y ahora qué?
El Madrid dejó escapar el boleto a los play-offs y con muchas dudas en el aire. El viernes, frente al Bayern, no hay margen de error: o se gana, o se termina la Euroliga. Y si se pasa, el premio es un cruce ante Olympiacos, el peor rival posible a estas alturas. Todo lo que se podía complicar, se ha complicado.
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